Necesitamos aclarar la formación del alcance del proyecto, así como captar las narrativas de los individuos
La formación del alcance del proyecto es la etapa preliminar inducida por las políticas públicas sectoriales, adaptadas a la realidad del territorio de servicio – Ley 13.019/2014 – y que dilucidan en el tiempo y en el espacio cómo la organización debe recibir la información y las necesidades planteadas en las diversas mesas de debate. Es importante recordar aquí que el nuevo decreto nº 11948 de 12 de marzo de 2024 ya prevé la parametrización de las variables de servicio al público objetivo de la política pública del organismo. Es decir, todo órgano debe disponer de directrices y parámetros de actuación e intervención socioterritorial, que -en conjunción con la política pública nacional y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)- determinen cambios en la vida de las personas y, a la inversa, incidan en las dinámicas de convivencia en el territorio, generalmente de forma positiva.
Dicho esto, el escenario trazado presenta los elementos que componen el marco de intervención, así como las metas, los objetivos y las posibles acciones encaminadas aromper el diagrama que no presenta la evolución anteriormente estudiada. Sin embargo, también es necesario, para filtrar mejor los acontecimientos asociados a los individuos, qué narrativas se captan, qué acontecimientos son relevantes en la vida, y aquí nos detenemos un poco más en ellos.

Para muestra un botón. Cuando se lleva a cabo un proyecto dirigido a personas sin hogar, a menudo se describe el objeto como «sacar a la persona sin hogar de la calle». Vamos, que la incorrección que se comete aquí es entender que la persona destinataria de la acción no tiene voluntad propia, hasta el punto de no expresar su oposición a la voluntad del estado, o peor aún, no tener en cuenta que la legislación también le considera un ciudadano con plenos derechos y disfrute.
Basemos nuestro discurso en algunos textos que nos llevan a este pensamiento
Hace unos meses el Hon. Ministro de la Corte Suprema, Alexandre de Morais, ordenó, a través del análisis de un Argumento de Incumplimiento de un Precepto Fundamental -ADFP 976- que las entidades federadas Estado, Municipios y Distrito Federal, en el plazo de 120 días, elaboraran un plan de acción y seguimiento para la implementación efectiva de la política nacional para la población de la calle. Es necesario hacer hincapié en esto. El Ministro no sólo dejó claro que las entidades federativas estaban incumpliendo su compromiso constitucional, sino que también determinó qué variables, tanto nominales como ordinales, deberían capturarse para medir la aplicación efectiva de la política, así como su impacto en la vida de la sociedad. Este comportamiento podría ser la cuña que necesitamos para avanzar hacia la eficacia de las políticas públicas, ya que debemos pasar de la mera retórica a la presentación de escenarios de intervención logrados y cambiados, ya sea positiva o negativamente. En el caso que nos ocupa, hay una variable que no se ha tratado en el texto: la subjetividad.
La subjetividad es la extensión extracorpórea del individuo, es la transformación del discurso en realidades plasmadas en el comportamiento humano, cambiante según sus necesidades, incluso podemos pensar en «múltiples yoes». Liev Tolstoi observó que las familias felices son más o menos iguales, pero que cada familia infeliz tiene su propia infelicidad. Aprovechamos este contexto para afirmar que cada uno de estos individuos es diferente y no puede tenerse en cuenta únicamente por término medio a la hora de componer un marco de intervención determinado por las políticas públicas.
¿Qué variables e indicadores se utilizan habitualmente en los proyectos?

El ancla común que se utiliza para analizar una intervención territorial, en la mayoría de los casos, es el Censo de 2022, aunque se diseñó con este fin, los datos granulares son difíciles de entender para el ciudadano medio e incluso para los especialistas en datos. Luego, a nivel local, tenemos la Encuesta por Muestreo de Hogares (Pesquisa por Amostras de Domicílio – PDAD), que son encuestas de datos e información realizadas con vistas a que el Estado lleve a cabo sus intervenciones territoriales, generalmente previendo qué ciudadanos se encuentran en esa región o barrio. Estos dos instrumentos son los faros para la construcción de políticas públicas nacionales y locales y, debido a su tamaño, no presentan satisfactoriamente las subjetividades de los individuos de forma más intensa. Veamos qué captan en general:
- edad media de la población
- escolarización de la población
- raza/color/etnia
- problemas de salud
- empleo,
- desempleo
- estímulo/desilusión;
- número de viviendas
- condiciones de vivienda
Y así sucesivamente. A esto se añade una búsqueda de texto realizada por un investigador sobre el terreno.
Cómo la Inteligencia Artificial (IA) puede contribuir a una mejor comprensión de los individuos a los que sirven las políticas públicas gestionadas por el Estado.
Comprender cómo podemos trabajar con las nuevas tecnologías es fundamental para cambiar los escenarios y hacer que el individuo sea el sujeto de la acción, el sujeto del cambio y el actor de su propia vida. Si la subjetividad es la extensión extracorpórea del individuo y puede expresarse a través del habla, es justo que a lo largo del proceso de atención y seguimiento, durante las entrevistas, se capte todo el discurso posible y se grabe en una plataforma para formar un texto colaborativo que muestre los matices, cambios y consistencias del Ser entrevistado en diferentes momentos. Este texto presentado además de las variables ordinales, nominales y territoriales, donde se aplica inicialmente la intervención, puede presentar soluciones que comúnmente se captan en las entrevistas de abordaje en plena calle o en las consultas iniciales, que tienen lugar en los mostradores y se registran en papel, que muchas veces no forman parte del informe detallado o final que deriva al individuo a otra área de atención.
Es importante recuperar la memoria de los compromisos de las políticas públicas sociales que dirigieron sus esfuerzos a reducir el ticket medio de servicio de la población objetivo. Durante la pandemia, Brasil incorporó al sistema bancario a más de 40 millones de brasileños en dos meses, un hecho sin precedentes en todo el mundo. Veamos, tenemos tecnología, tenemos conocimientos y tenemos mano de obra especializada, así que lo que viene es la unión de los distintos sectores para racionalizar los costes.
Por último, no podemos mirar de reojo los cambios tecnológicos, que pueden contribuir cada vez más a apropiarnos de nuevos procesos, nuevas construcciones de pensamiento y flujos de trabajo que antes se limitaban a soportes personales de información, para que ahora, de forma colaborativa, desde el inicio del viaje, sea una operación compuesta de intersecciones y múltiples pensamientos colaborativos con un único propósito. Exponer la subjetividad en el desarrollo de las políticas públicas como premisa valiosa en su construcción.