Cómo mis ojos vieron el alma de otro y dentro de mí

Comenzó la actividad de aprendizaje en la clase de Derecho. El profesor dijo: para responder a esta pregunta, tenéis que conocer la citación judicial. ¿Hay alguien aquí que no lo sepa? Fui el único que levantó la mano. Y, para mi sorpresa, el profesor cambió el enfoque de la actividad, empezando a explicárselo a todos, como si no lo supieran. Después, algunos de mis compañeros también se dirigieron a mí para pedirme consejos sobre el tema, y la actividad pasó a su finalización.

Qué profesor tan integrador, ¿eh? Qué compañeros más solidarios… La situación podría haber sido diferente, como un espectáculo de exhibicionismo narcisista por parte del profesor, con insensibilidad emocional, donde todos compiten para demostrar quién sabe más y quién es el mejor, pero el escenario era distinto. Aceptaron mi imperfección.

«Somos ángeles con una sola ala que necesitan otra para volar»

En mi profesión, he visto varios enfoques tóxicos de profesores que han avergonzado públicamente a sus alumnos de la forma más irrespetuosa, sin darse cuenta de que estaban acosando y paralizando trayectorias, porque algunos alumnos se sentían tan traumatizados que no podían entrar en clase por miedo a ser ridiculizados de nuevo. Se trata de profesores heridos que no han superado sus traumas, se sienten frustrados y tienen una necesidad inconsciente de menospreciar a los demás para sentirse importantes.

En el libro El regreso y el traje, de Rubem Alves (2013), el autor habla del mito de Narciso, «la tragedia del hombre que se enamoró de su imagen», y también de la Reina Malvada del cuento de Blancanieves, que decía: «Espejito, espejito, ¿hay alguien en el mundo más bella que yo?». En otras palabras, desgraciadamente algunas personas se encierran en sus castillos personales, en su mundo de fantasía, y llegan a creer que el mundo gira a su alrededor. Se emborrachan de sí mismos, se encierran y se cierran a los que les rodean.

Alves añadió también que en las Sagradas Escrituras Dios creó al ser humano como imagen de sí mismo, lo que significa que somos herederos de su potencial, de su creatividad y de su bondad. También citó una frase de Fernando Pessoa: «ya que no puedo ser una obra de arte en mi cuerpo, déjame ser una obra de arte en mi alma». En otras palabras, habla de la importancia de cuidar nuestro hogar interior, no sólo nuestro aspecto físico. Según el citado autor, siempre estamos en busca de miradas, en busca de espejos, y también rompemos espejos…

Algunas personas están tan encantadas con su imagen que se vuelven indiferentes hacia su prójimo…

Son los que egoístamente sólo miran por sí mismos. Sin embargo, es importante recordar que hay que prestar atención a las necesidades de quienes caminan a nuestro lado, interesarse por ayudarles, ayudarles a sentirse incluidos, romper el veneno del egocentrismo y convertirse en cooperador del bienestar social.

Los sentimientos de narcisismo, orgullo, altanería, arrogancia, autoritarismo, rencor, petulancia, intolerancia, entre otros, fueron estudiados por Cristiane Lenzi y Mariana Beira (2012). En la página 147, relatan una reflexión de Divaldo Franco en la que llama la atención sobre el Salmo 37:16:

«Lo poco que tienen los justos vale más que las riquezas de los malvados»

«Hoy has pasado por delante de mi puerta, amiga mía, has mirado dentro de la casa y has seguido adelante…». El texto de la mencionada narración reflexiva continúa contando la historia de alguien que había reservado sus sentimientos de amistad para una persona, y la vio entrar en otro lugar. Un lugar rico en cosas materiales, pero vacío de amor, comprensión, bondad, y dice que esa persona con la que pretendía tener amistad posiblemente se decepcionará, porque es una amistad basada en el interés material, y despertará a una realidad inquietante, que es estar al lado de una persona que no tiene valores éticos. Sin embargo, añade: «La puerta de mi casa siempre estará abierta, aunque esté vacía de muebles y alfombras, pero estará llena de luz y paz cuando necesites a alguien que te aprecie de verdad.» Quizá entonces, sólo tras la visita de la decepción, te des cuenta del valor de la verdadera amistad…

La carrera de Derecho no consiste sólo en aprender sobre la aplicación de la justicia

Llevando el valor denunciado a la realidad académica, se observa que algunos estudiantes pretenden acabar la carrera con el beneficio económico como objetivo. No son conscientes de la importancia de contribuir al bien de la humanidad y de crear lazos de amistad con la gente. La carrera de Derecho no consiste sólo en aprender a aplicar la justicia, sino sobre todo en convertirnos en personas más justas y fraternas. Si vemos a diario agresividad, venganza, odio, disimulo, deshonestidad y mentiras en nuestros clientes, ¿por qué repetir un patrón disfuncional y destructivo?

Mostrarte realmente tal como eres, honrar tu autenticidad, tus raíces, decir no sé, dejar de preocuparte por impresionar a los demás fingiendo ser lo que no eres, todo esto es un camino que hay que aprender. En psicología, el síndrome del impostor existe en varias formas. En algunos casos, es cuando una persona aparenta ser lo que no es, y entonces aparece el miedo a ser descubierto…

Crear conexiones con los demás consiste en asumir nuestras vulnerabilidades, y eso no es debilidad, es humanidad. ¿Conoces a alguien que no sienta miedo? Probablemente sean de otro planeta… Aun así, hay quien exagera tanto su perfeccionismo que somatiza las tensiones de su cuerpo y le aterroriza cometer errores, porque se presiona demasiado.

¿Por qué te preocupas tanto por cómo te perciben los demás? ¿Van a pagar tus facturas? Recuerda aquella cena con amigos en la que te morías de ganas de pedir una pizza, pero te anulaste, te callaste y pediste otro plato para complacer a los demás. Fue decepcionante, ¿verdad? Y lo peor es que cuando llegaste a casa y te acostaste, te transportaste al restaurante para comerte la pizza y te despertaste con su sabor en la boca…

Aprender de las conexiones y los rechazos…

En el aula, también sentí miradas desde lejos que me criticaban, como diciendo: ¿Cómo es posible que no sepa escribir una petición? Se trata de personas que han experimentado mucha vergüenza, humillación, situaciones destructivas e inconscientemente siguen haciendo a los demás lo que sus agresores les hicieron a ellos: críticas devastadoras. Todavía no han aprendido a apoyar a los demás.

Sin embargo, es gratificante elegir no ser esclavo de quienes te han hecho daño, pero no todo el mundo lo consigue. Algunos han sido rechazados y hacen lo mismo con otros. Sin embargo, hay quienes han sido maltratados, sienten el dolor y se dicen a sí mismos: no repetiré esta violencia con los demás. Éstas son las que saben el valor que tienen y no dan a nadie el poder de juzgarlas. En este sentido, es importante que trabajes tus heridas, las ofensas y humillaciones que has recibido, que pueden formar un complejo de inferioridad no resuelto, haciendo que vayas por ahí pisando ciegamente a los demás, queriendo disminuirlos, porque te sientes inferior.

Vulnerabilidad social: compromiso con los más necesitados

Cuando se trata de vulnerabilidad social, hay mucho de qué hablar, y el desempleo es uno de ellos. Entonces, ¿qué te parece echar una mano a ese amigo que ha perdido su trabajo? Recuérdale sus capacidades, dile que esta fase pasará, que se mantenga firme y no renuncie a su objetivo y que siga intentándolo, porque la buena suerte ayuda a quien se esfuerza. Ayuda a tu amigo para que no deje de hacer algo por miedo a que no funcione y fracase. Sugiérele que estamos aquí para aprender de nuestras derrotas, fracasos, errores, para corregirnos, superarnos, cambiar y crecer como seres humanos.

Guardia de descenso

Una amiga nuestra decidió dejar de poner tantas excusas para ir con nosotras al café diciéndonos sinceramente: no voy con vosotras porque no tengo dinero. Entonces nos dijo: qué alivio ver la expresión de comprensión en vuestras caras… Enfrentarse a la verdad duele, pero nos deja con los pies en el suelo. A veces, para bajar la guardia, tenemos que aprender a ser flexibles y a ceder.

Cooperación x Amistad Habilidad Social

El deseo de nuestro corazón es tener amigos, crear vínculos que nos lancen a la eternidad. En esta onda concluiremos este artículo con un homenaje a la amistad escrito por Rubem Alves: «Me acordé de él y le eché de menos… ¡Hacía tanto tiempo que no nos veíamos! Me di cuenta con inusitada intensidad de lo rara que es la amistad. Y, sin embargo, es lo más gozoso que nos da la vida. La belleza de la poesía, la música, la naturaleza, las delicias de la buena comida y bebida pierden su sabor y se vuelven un poco tristes cuando no tenemos un amigo con quien compartirlas. Realmente creo que todo lo que hacemos en la vida puede resumirse en esto: ¡La búsqueda de un amigo, una lucha contra la soledad!»

Así que éste es el consejo: cuídate, cuida y coopera con los demás, cuida nuestro planeta, porque estamos aquí para encontrarnos y reencontrarnos con amigos…